Antes de tener a un Weimaraner: Mi experiencia personal y consejos para tomar una decisión acertada

Si tu familia es amante de los perritos, los cuidan y quieren como un miembro más de la familia, este artículo te puede interesar.

Te comparto todos los detalles de mi experiencia personal con una cachorra raza Weimaraner, somos una familia que amamos a los animales y que un perrito es otro miembro de la familia para nosotros.

Comienzo por contarte de mi primer hija,  una Golden Retriever, con apenas 2 meses de casados con mi esposo,  en una ida al súper mercado vimos una linda cachorra en la vitrina de una tienda de mascotas,  recuerdo como si fuera ayer cómo nos modelo esa linda cachorra, parece mentira pero muy cierto, ella nos modelo y eligió,  lo cierto es que no habíamos ido al super con la idea de comprar una perrita… pero fue tanto lo que nos impacto que subidos en el carro dimos la vuelta y lo demás es historia… Molly nos acompañó por 10 años hasta hace poco que partió. Seguro entenderás nuestro dolor.

Al cabo de los años Molly se convirtió en la niñera de mis hijos, la hermana mayor con quien jugar, así que su partida dejó un gran vacío para toda la familia.  

Para no ver a mis hijos tristes, no tardamos mucho tiempo en ir en búsqueda de otro cachorro y es ahí donde entra Ginger, nuestra Weimaraner como personaje estelar.

Mi hermana me mandó la foto de esta linda cachorrita de ojos celestes, a mi esposo  esa raza siempre le llamó la atención,  para serte sincera yo no conocía la raza, buscando un poco en google me encontré con que era una raza, cazadora, inquieta, con mucha energía, pero familiar, sufre de ansiedad al quedarse sola y necesita hacer mucho ejercicio, no le tome importancia ya que casi todos los perros te dicen características similares.

Así que sin mas fuimos a ver esa cachorra que mi hermana me compartió, yo algo indecisa, ahora que lo pienso  desde un principio siento no haber conectado mucho con ella, pero mis hijos y mi esposo cautivados por esos ojos azules hermosos, sin pensarlo más nos la llevamos a casa.

Quiero hacer un paréntesis para aclarar que ésta es mi historia, éste artículo no es para hablar mal de los Weimaraner sino para que conozcas un poco más de la raza en una familia con niños y una casa tradicional sin tanto jardín.

El primer consejo que quiero compartir y me queda claro es que tu mascota te tiene que elegir, y que sin duda alguna, debe de haber una conexión desde el momento que la o lo conoces.

El primer reto con Ginger fue que  en la última vacuna, presentó un síndrome post vacuna del sistema inmunológico, que aparentemente solo da a esa raza por un efecto secundario al vacunarse, acá hay algunas teorías que al cabo del tiempo me han dicho que a lo mejor la vacuna no estaba en buenas condiciones. No lo sé, pero el diagnóstico de nuestro veterinario en el hospital fue “Síndrome inflamatorio multisistémico en un Weimaraner”.

Sintomas y dificultades:

Sus patas se hincharon, se quedo invalida sin poder moverse ni caminar, estuvo varios días hospitalizada, y con muchos cuidados en casa para su recuperación, Ginger es afortunada sobreviviente ya que muchos otros cachorros no lo logran.

Se recuperó en un 80% pues la anemia no se le fué.  Ginger nuestra Weimaraner,  sin duda no se adapto a nuestra familia desde el inició, no le gustaba que la tocáramos, inmediatamente soltaba la mordida, y sí se que es normal que los cachorros muerdan por que le pican los dientes, pero Ginger en verdad  lastimaba sobre todo a los niños cada vez que la sobaban a mis hijos y a los vecinos, ya te imaginarás … por suerte era una cachorra sin maldad, solo brusquedad.

Abro paréntesis ( ) La experiencia de Molly (te acuerdas mi Golden Retriever) fue totalmente distinta, pues creció rodeada de adultos en un ambiente mucho más relajado, en cambió Ginger llegó a un hogar con 2 niños pequeños, inquietos, con ganas de acariciar y jugar todo el día con ella, por lo tanto estoy consciente que a Ginger también la invadieron muchos sentimientos, y más cuando a ella no le gustaba el contacto físico, se estresaba y no se sentía cómoda con la energía que mis hijos pequeños le transmitían.

Al ver esta situación, acudimos con un entrenador de perros con enfoque en entrenamiento positivo, para que desde sus pocos meses lográramos, que aprendiera a recibir caricias sin morder, a que aprendiera a no tirársele a las personas, a que pudiera caminar sin jalar la correa, y que supiera “comportarse bien”. Bueno a ver como hacíamos «hacerla a nuestro modo» que mal se oye ¿Estas de acuerdo?

Travesuras en casa

Ginger viendo que alcanzar
Ginger viendo que alcanzar
Ginger 5 meses, imagina más alta en un par de meses

Los weimaraner son una raza grande, son muy altos,  te cuento un poco de las travesuras de Ginger, se subía al lavamanos, se comía mis cremas, pasta de dientes, cepillos, ceda dental,  se comió mi crema de contorno de ojos, de mi mesita de noche tomo prestado mis gotas de ojos, ya no las devolvió…  era amante de las Barbie y Polly Poquets, pues se comió casi todas las muñecas que encontró, zapatos fue poco debo admitir, legos de mi hijo,  la madera de las gradas, no solo las esquinas sino la baranda  también,  pues alcanzaba muy bien, no podíamos levantarnos de la mesa o dejarla sola con los platos servidos porque en varias ocasiones se robo la comida del plato.

¿Qué son los «zoomies»?

Los «zoomies» son ráfagas de energía excesiva y entusiasmo en los perros, durante las cuales corren y saltan enérgicamente, a menudo en círculos o en un patrón caótico. Esta actividad suele ocurrir después de períodos de inactividad, aburrimiento o como una liberación de energía acumulada. Es una conducta bastante común en los perros y es considerada normal, siempre y cuando no represente un peligro para el perro o su entorno.

Dar vueltas en círculos, correr por toda la casa, subirse y bajar gradas en 1 minuto, esto hacia Ginger. Visita este enlace para ver un video real de Ginger 

Cuando salimos al parque a correr, y al tirarle la pelota para que la trajera de vuelta,  no frenaba sino que era un choque conmigo la que la hacia frenar, no es divertido jugar así cuando te lastima de esa manera, más porque tiene mucha fuerza y no la media.

Ginger asustada y escondida debajo de mi escritorio después de haberla regañado por comerse los cojines del sillón.

Estas pensando lo mismo y sus clases de entrenamiento, cambiamos a otro que no fuera tan en positivo con treats y trucos,  sino ya un entrenador para mejorar conductas, nos fue mejor, pero el método de corrección representaba pegarle en la cabeza (sí leíste bien, pegarle en la cabeza)  para que entendiera la consecuencia de su acto y por temor ella decidiera no lo volver a las travesuras… todas estas “malas conductas” eran por la falta de ejercicio, ella necesitaba gastar sus energías pues estaba aburrida y lo único que pensaba era en que destruir, cabe mencionar que nuestra casa no cuenta con un jardín grande, y que la salida a dar la vuelta por el condominio se quedaba corta, muy corta, al menos debían ser 3 salidas al día, una de las soluciones por el entrenador era darle de comer tirando cada croqueta de concentrado a modo que ella fuera en busca de su comida corriendo, con eso lográbamos que “corriera” más de 1 kilometro por tiempo de comida. Lo practicamos por un tiempo para lograr que Ginger se adaptara, y que no hiciera de las suyas comiendo todo lo que encontraba a su alrededor.

Dicen que se van calmando como a los 2 años, aunque el otro día una señora que tenía una Weimaraner me comento que estaba feliz que hacia poco dejo de pararse y tirarse a las personas, recién habia cumplido 6 años.

Las mordidas, eso si se solucionó, ya nos dejaba acariciarla un poco,  sin embargo mejor  daba instrucciones a mis hijos que por favor mejor no jugarán con ella, que no la tocaran porque ella no se sentía cómoda, ya no mordía pero se alejaba y era brusca.

Ginger y Skye

Las travesuras… se solucinarón media vez estuviéramos en casa poniéndole atención y supervisándola. Una idea que nos dieron que vino a solucionarnos un poco fue tener otra cachorrita, pero no fue solo por que sí… te acuerdas de mi Molly, si otra vez, pues ella era mi perrita, mi hija y mi compañera de todo el día, cariñosa y fiel, y para serte sincera yo seguía con ese vacío pues Ginger no era nada de eso, al contrario como que no le caíamos bien jaja. Así que para no hacerte largo, fuimos en compra de otra cachorrita, esta vez una Cocker Americano, bella y encantadora, ¿Viste la dama y el vagabundo? Ella con unos ojos tiernos y mucho amor para dar y recibir.

Skye, como le puso el nombre mi hija por los Paw Patrol, vino  a ser otra miembro de nuestra familia y una hermana juguetona para Ginger, ayudo muchísimo a que Ginger dejara sus travesuras por un lado para jugar sin parar con la bebe de 2 meses Skye. Ambas se llevarón muy bien.

Pero que sucedió? No fue sino en las 2 semanas de vacaciones de semana santa, cuando no podiamos llevarnos a las perritas se quedaban en casa en la tarde, eran paseos cerca y de pasar una tarde para luego regresar por la noche, te acuerdas que al principio te comenté que los Weimaraner sufren de ansiedad si se encuentran solos. Pues la compañía de Skye no bastaba para que al no estar nosotros volviera a destruir todo a su alcance, dejarla afuera en el patio no era opción,  los vecinos llamaban molestos que no paraba de ladrar, la puerta de vidrio la rompió, sin duda no se lograba calmar.  Antes de salir le daba 2 pastillas para cachorros con pasiflora para ayudarle a calmarla pero al parecer no tuvo efecto.

Siendo honestos ya la situación se salió de control y el vaso de agua se revalso, Sin duda alguna no eramos felices ni Ginger ni nosotros con esas situaciones, ella sin duda era un «león enjaulado» que necesitaba descargar sus energías y atención al mil, y nosotros lamentablemente no teníamos ese tiempo para dedicarle.

¿Triste? ¿Decepción? ¿Enojo? muchos sentimientos encontrados, pero sigue leyendo porque esto tiene final feliz.

Ginger explorando en el campo

Mi esposo trabaja en el campo, tenemos un terreno al que va 1 -3 veces por semana,  se llevaba 1 día a Ginger con él, era el sueño de mi esposo tener a su perrhijo de compañía al trabajo y para Ginger era su día más feliz de la semana ir de paseo al campo donde no habían reglas, ni paredes, solo campo para jugar. Excarvar (te conte los hoyos de mi pequeño jardín) y explorar!!! En esa finca de campo vive una familia con quien trabajamos, José, Laura y  sus 2 hijos, ellos ya tienen mascotas, 2 de hecho, y cada vez que Ginger iba jugaba y la pasaba súper. Eso sí,  siempre fue muy sociable con otros perros, muy amigable.

Así que decidimos llevarla al menos 1 mes, para que descargará su energía, la idea era regresarla al cabo de un par de semanas, pero resulta que ella encontró su “happy place” y cuando mi esposo va a trabajar, Ginger feliz de verlo, pero cuando él ya se va ella se esconde, como diciendo “no me lleves, yo acá me quedo”

Así es como va la historia de Ginger, nosotros  tristes, pues no fue esa idea al comprarla en un principio,  Ginger ya no regresó a la casa, se quedo en un lugar donde esta feliz, cuidada y amada. Aún le damos su alimento y estamos pendientes de ella, la visitamos a menudo, pero ella cambió de familia.

Ah! Se me olvidaba contarte, mi Molly … nunca la sacamos de casa, o muy pocas veces, así que esta vez con Ginger estábamos felices, la llevábamos casi a todos los paseos familiares, pues buscábamos lugares y restaurantes que se adaptaran y fueran pet friendly.

Experiencias de otros dueños

Abrazo nostálgico, de alguien que tuvo una Weimaraner

Siempre había alguien que se acercaba a nosotros para acariciarla, incluso en una ocasión una chica la cargó, nos contó que ella había tenido uno igual pero al año la regalaron pues no pudieron seguirle el ritmo de vida, cada vez que la gente se acercaba y conocía la raza nos comentaba de como algún amigo tenía uno pero la regalo, de cómo ellos tuvieron otros y los regalaron….

Una amiga me compartió también que tenia un weimaraner pero sufria mucho pues ellos vivian en un lugar pequeño, así que lo regalaron…. Yo no quería ser más del montón y por eso me esforze en buscar ayuda con entrenadores, pero como te repito nuevamente Ginger en nuestra casa no se sentía cómoda, y a lo  mejor fue el caso de los otros a los que lamentablemente tuvieron que regalar.

Un familiar tiene un Weimaraner  también, se mantiene afuera en el patio y un día platicando compartieron la opinión de los vecinos «Se oye como que un caballo viniera corriendo».

Aveces cuando compramos un cachorro nos dejamos llevar por su ternura a simple vista, pero si es muy importante que en verdad nos empapemos de su genética, de sus características, y si podemos investigar experiencias de personas con esas razas.  Ginger afortunadamente es una perrita feliz, y nosotros pudimos darle un entorno familiar, pues ahora vive con otra familia rodeada de niños (a ellos no los muerde), pues  gasta sus energías corriendo en un gran campo para divertirse y explorar,  tiene amigos perrunos y es muy feliz.

Ojalá fuera el final feliz de muchos perros que no logran adaptarse al hogar de una familia. Es por eso que decidí escribir este artículo con el fin que pueda compartir nuestra experiencia en detalle y ser de ayuda a alguien más.

Te acuerdas de Skye, te acuerdas que te comente de la teoría de que los perritos nos eligieran, pues Skye nos eligió entre otros cachorrillos de la camada, ella se adapto a nosotros desde el momento que la fuimos a conocer, es mi perrita faldera, tierna a quien le gustara caricias y recibir amor, sin duda ella y  nosotros conectamos muy bien.

Conclusión y recomendaciones

Ginger en su «Happy place»

Si bien en este artículo me centro en los Weimaraner, lo cierto es que todas las razas tienen sus peculiaridades, todas tienen sus cualidades, pros y contras, hay que tomar en cuenta que no todas las razas son para todos los humanos, cada familia tiene su forma de vivir, el espacio en el que vivimos, los miembros de la familia, edades y estilo de vida sin duda son factores importantes que debemos de tomar en cuenta a la hora de elegir la raza de nuestra mascota.

También asegúrate de investigar los cuidados especiales que necesitan, como por ejemplo el cuidado de las orejas, algunas razas con orejas caídas grandes como los Weimaraner necesitan que se les limpie constantemente para evitar infecciones, el cuidado del pelo y piel, algunos son más propensos a presentar alergias.

Si tienes niños pequeños asegúrate de buscar una raza que sea kids friendly, que le gusten los niños, y sea cariñosa, unos de los top 10 son los Golden Retriever por ejemplo, y lo confirmo por experiencia.

 

Gracias por haber llegado hasta aquí, si te parece comparte con alguíen que quiera saber más sobre esta raza, como te digo no es una regla y seguro hay excepciones pero si vas a elegir una raza cazadora y energética asegúrate que puedas darle lo que necesita.

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