Rabietas, berrinches o pataletas (tristeza, crisis y nervios). Estos Momentos Difíciles empiezan a los 12 o 18 meses y se potencian a los 2 y 3 años y siguen aún cuando somos adultos.
¿Cómo sobrellevar esto?
Con Mi Cartel de la Calma / My Calming Chart ayudamos a los niños a manejar sus emociones. El objetivo es recuperar la tranquilidad, validando sus emociones y aprendiendo a gestionarlas.
Al usarlo juntos, no solo enseñamos con el ejemplo, también los acompañamos en ese momento tan difícil con el que todavía no saben lidiar y necesitan más que nunca nuestro cariño, comprensión y paciencia.
¿Para qué sirve?
- Potenciar la inteligencia emocional.
- Regular y controlar las emociones.
- Volver a la tranquilidad.
- Pensar antes de actuar.
- Resolver conflictos.
- Aprender vocabulario y otro idioma.
¿Cuáles son sus beneficios?
Con mi cartel de la calma, los peques y adultos tienen una ayuda para enfrentar el momento de estrés que se viene en una ola emocional.
Proporciona técnicas, ideas y herramientas ya que normalmente cuando estamos en una crisis de enojo, ira o rabia, no tenemos la claridad mental para descubrir el mejor camino o solución.
Además, gracias al cartel con el semáforo emocional, nuestros niños pueden identificar en qué color del semáforo están sus emociones y cómo proceder de acuerdo a eso.
¿Qué incluye?
- 1 cartel tamaño carta laminado bilingüe, en inglés y español con ilustraciones, ideas y técnicas para volver a la calma.
- Tamaño carta: 8,5 x 11 pulgadas.
¿Cómo funciona?
Explicamos a los peques sobre las emociones y cómo todas son válidas de sentirlas en algún momento. Aclarando que las emociones de enfado o disgusto tenemos que lograr atravesarlas sin lastimarse, lastimar a alguien o algo más.
Les mostramos los carteles en un momento de tranquilidad, conversando con ellos, contándoles para qué sirven y cómo y cuándo lo vamos a utilizar.
Lo ideal sería tener un rincón especial, llamado el rincón de la calma, para lo cual ambos carteles de la calma son perfectos. Teniendo los materiales mencionados en el cartel (globos, libros, papeles y lápices para colorear, etc.) ya que todo lo que implique trabajo manual ayuda a liberar la mente concentrándose en la acción desarrollada.
Que nuestros peques sean partícipes de armar su propio rincón de la calma, eligiendo cómo decorarlo. Dejando en claro que no es un lugar de castigo, sino un lugar especial para volver a estar bien después de estar tristes, en crisis o con nervios. Además de un espacio reconfortante en el que pueden aprender a controlar sus impulsos con el semáforo emocional, que sirve como guía antes de perder el control.
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