Todos los padres en algún momento hemos estado en la misma situación en la que nuestros pequeños no saben manejar sus emociones y nos desafían. También puede haber momentos donde nuestros hijos tengan ansiedad o estén tristes y no sabemos qué debemos hacer para calmar a los niños.
No es sencillo, porque la inteligencia emocional es una habilidad que nuestros pequeños no han desarrollado a su corta edad y no reconocen ni gestionan con facilidad sus emociones. Por eso es necesario que nosotros los padres, trabajemos nuestra inteligencia emocional para ayudar a nuestros hijos a desarrollar la suya.
Ante estas situaciones, donde nuestros niños e incluso nosotros no siempre sabemos cómo reaccionar es necesario contar con herramientas que nos permitan manejar las situaciones de manera más asertiva. Estas son algunas estrategias para calmar a los niños que puedes implementar en tu día a día.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Las emociones juegan un papel fundamental en nuestra vida y aprender a gestionar cada una de ellas es trascendental en el desarrollo integral de nuestros hijos. El primer paso para desarrollarla es que nosotros los padres entendamos la importancia que tiene.
Y ¿qué es eso de Inteligencia emocional?
Cuando hablamos de inteligencia emocional nos referimos a las habilidades que desarrollamos para gestionar las emociones propias y la de las personas que nos rodean. Si bien es cierto que algunas personas tienen mayor facilidad de auto-conocerse y auto-gestionar lo que sienten, también es cierto que todos podemos adquirir competencias que nos ayuden en este tema.
Si cómo padres, desde un principio, reconocemos la importancia de desarrollar la inteligencia emocional, entonces nos será más sencillo ayudar a nuestros niños desde muy temprana edad para que logren conocerse a sí mismos y aprender a reconocer sus emociones.
Aspectos fundamentales de la inteligencia emocional en los niños
Antes de conocer las estrategias que puedes aplicar para calmar a los niños cuando alguna situación los afecte, me gustaría compartir contigo los aspectos fundamentales que debemos tener en cuenta para trabajar la inteligencia emocional en nuestros pequeños. Estos son:
- Autoconocimiento: Debemos como primera tarea promover el autoconocimiento en nuestros niños. Es muy importante que aprendan a reconocer sus emociones para que aprendan a gestionarlas.
- Manejo de las emociones: Es imposible eliminar los sentimientos, así que es importante dotar a nuestros pequeños de algunas habilidades que le permitan saber cómo se sienten y cómo deben actuar ante esos sentimientos.
- Identificación: Es muy importante que nuestros niños desarrollen empatía para que sean conscientes de las emociones de las otras personas.
- Motivación y tolerancia: Son dos competencias muy importantes que debemos promover en nuestros niños porque ambas le ayudarán cuando las cosas no salgan como ellos esperan.
- Relaciones interpersonales: estas son imprescindibles en el desarrollo de los seres humanos, pero no todos sabemos cómo relacionarnos con otras personas. Afortunadamente las habilidades sociales también son un aspecto que nuestros niños pueden desarrollar con nuestra ayuda.
5 Estrategias clave para calmar a los niños
Nuestros pequeños experimentan muchas emociones y no siempre es sencillo para nosotros como padres manejar esas situaciones sin ser presas de nuestras propias emociones.
Se necesita de mucha paciencia e inteligencia emocional para tomar acción de manera asertiva. Por suerte existen estrategias que te pueden ayudar a calmar a los niños al mismo tiempo que les ayudan a conocer y gestionar sus emociones.
A continuación 5 estrategias sencillas :
1. Ponle nombre:
Esta estrategia es muy útil para trabajar el primero de los aspectos de la inteligencia emocional: el autoconocimiento, porque le permite al niño ponerle nombre a lo que está sintiendo.
Ayuda a tu pequeño a reconocer y nombrar esa sensación que le está causando malestar y que lo diga en voz alta. Ponerle nombre a la emoción no hará que esta desaparezca, pero sí le ayudará al niño a identificarla y será de ayuda cuando vayamos a implementar otras estrategias para mejorar su estado de ánimo.
2. Cartel de la Calma
Una vez que hayan identificado la emoción viene el siguiente paso: tomar acción para manejar la emoción.
Para esta estrategia puedes ayudarte con nuestro recurso Mi Cartel de la Calma. Es un póster con sugerencia de actividades que ayudan a calmar a los niños
Con este cartel y sus hermosas ilustraciones, nuestros niños tienen a mano sugerencias de cómo manejar las emociones básicas como enojo, tristeza, frustración.
Esta estrategia es de mis favoritas porque los niños pueden aplicarlas aún cuando yo no los estoy viendo. Es sencillo de usar y el nuestro tiene un diseño hermoso y es bilingüe. Así que los niños sabrán que hacer para calmarse y además practicarán su inglés.
3. Técnica del Semáforo
Muy útil cuando estamos ante niños impulsivos que no obedecen. Esta sencilla estrategia tiene la ventaja que la puedes aplicar en cualquier situación , es sencilla y al estar relacionada con un objeto tan cotidiano como el semáforo los niños entenderán el concepto con mucha facilidad.
Se trata de acordar un código según los colores del semáforo que le ayudarán a tomar conciencia de su conducta.
Verde: Una ligera advertencia.
Amarillo: Un llamado de atención
Rojo: El niño debe parar su conducta.
Es importante que acordemos previamente los términos con nuestros pequeños para que esta estrategia sea efectiva.
4. Técnicas de Mindfulness para niños
El mindfulness implica tener plena conciencia del aquí y del ahora. Hay muchas técnicas que nos pueden ayudar para aplicarlo cuando necesitamos calmar a los niños.
El principal ejercicio que recomiendo practicar con nuestros pequeños es la respiración profunda y consciente. El hacer respiraciones profundas ayudará a bajar el ritmo cardíaco de nuestros niños y en consecuencia se relajará.
Otro ejercicio para trabajar el mindfulness es la meditación, que puedes aplicar si tu hijo es un poco más grande y el registrar cada sensación que produce la actividad que estemos llevando a cabo.
5. Juega, juega, juega
Existen muchos juegos que ayudan a calmar a los niños bien sea los que implican actividad física o los que les obliga a usar su mente. El punto es elegir aquellas actividades que ayuden a nuestros pequeños a relajarse.
Manipular diferentes texturas como espuma de afeitar o masa, moldear plastilina, jugar con barro. También pueden pintar, saltar o bailar. Cualquier actividad que sea del agrado del niño puede ser efectiva para calmarlo. Eso sí, luego debes tener una conversación sobre las emociones que experimentó y la mejor manera de manejarlas
Siempre tendremos el desafío de gestionar las emociones de nuestros pequeños. Es importante que los ayudemos a reconocerlas y brindarles las herramientas para que sean ellos quienes aprendan a gestionarlas. Es parte de este maravilloso trabajo de ser mamá.